¿Eres altamente sensible?

07/11/2019
Natalia Martínez

¿Qué significa ser una persona “altamente sensible”?

En las relaciones sociales las personas identifican a las personas altamente sensibles como aquellas “que saltan a la primera”, a las que “no se le puede decir nada” o bien “tengo que pensar todo lo que le digo, todo le sienta mal”…

En realidad es que la persona altamente sensible vive con más intensidad, es decir, con sensibilidad extrema tanto lo bueno como lo malo.

Ser altamente sensible es un rasgo de la personalidad y por estadística una de cada cinco personas es altamente sensible, por lo tanto es más común de lo que pensamos.

¿Qué características tienen las personas altamente sensibles?

  1. Procesan con más intensidad la información y por lo tanto son más reflexivas, piensan en profundidad las cosas y tienden a darles vueltas al mismo tema para sacar conclusiones.
  2. Tienen tendencia a la sobre-estimulación, necesitan a menudo retirarse para recuperar su paz mental y emocional, de otro modo se saturan y se agotan.
  3. Tienen una elevada empatía y lo sienten todo con más intensidad, tienen más respuesta emocional y lo viven todo más intensamente.
  4. Son más conscientes de los cambios que acontecen a su alrededor, le es muy fácil reconocer la energía positiva o negativa que circula en el lugar donde se encuentre.

El mundo actual y el ritmo vertiginoso, no favorecen a estas personas ya que vivimos sobre estimulados y por este motivo es necesario que las personas altamente sensibles desarrollen su Inteligencia Emocional y aprendan gestión emocional.

¿Qué ocurre cuando estas personas no dominan la Inteligencia Emocional?

  1. Una persona que es altamente sensible y no domina la Inteligencia Emocional siente que no encaja, se ve distinto al resto y además no acepta su propia condición de persona sensible. Además recibir críticas de los demás respecto a su sensibilidad hace que la creencia de que son diferentes se refuerce.
  2. Una de las consecuencias puede ser la baja autoestima personal y piensan que los demás rechazan su forma de ser, es decir que no las aceptan como son.

Como consecuencia de lo dicho anteriormente, la persona altamente sensible, poco a poco va generando una falta de autoaceptación personal y quiere ser diferente, con ello también va perdiendo las cualidades de este rasgo de la personalidad: vivir más intensamente la vida.

Esta falta de autoaceptación produce una insatisfacción, no pueden mostrarse como son ante los demás por miedo a recibir críticas. La persona se va encerrando en sí misma y se va limitando poco a poco dejando de hacer cosas nuevas.

Además no saben poner límites a los demás, carecen de Asertividad, que es una parte de la Autoestima, por lo tanto intentan complacer al otro cueste lo que cueste para no sentirse rechazados.

Por otro lado, la elevada empatía puede hacer que te sientas empujado a ayudar de forma descontrolada a los demás, ya que conoces muy bien lo que necesitan los demás para sentirse mejor y saben cómo conseguirlo. Suelen ser el tipo de personas a las que se les llora pero a la vez se ven vulnerables, frágiles.

A las personas altamente sensibles, les gustan los temas profundos, los que dan sentido a la vida.

La falta de Inteligencia Emocional no les permite aceptar las reacciones de los demás y por lo tanto sufren y experimentan una sensación de vacío.

En relación de pareja, si carecen de gestión emocional, se convierten en personas muy exigentes para encontrar a la persona adecuada.

En el trabajo por ejemplo si carecen de gestión emocional se agotan con más facilidad y que no rindan al máximo ya que el exceso de sobre estimulación en el trabajo los perjudica. El estrés laboral los perjudica tanto que muchos de ellos deciden emprender para no experimentar insatisfacción y desmotivación laboral y evitar no ser reconocido por sus superiores.

A menudo experimentan relaciones complicadas con los compañeros de trabajo ya que acaban mezclando la vida laboral con la personal. Los compañeros acuden a estas personas para contarles sus problemas pero esto último es un arma de doble filo en el puesto laboral.

¿Cómo pueden mejorar las personas altamente sensibles?

  1. Desarrollando la Inteligencia emocional, para tener más capacidad de afrontar las situaciones, ser consciente de lo que necesita y sentirse con la libertad de expresar su sensibilidad.
  2. Reforzar su autoestima para poner límites a los demás y tener más confianza en si mismo. Utilizar correctamente la empatía y ayudar a los demás solo cuando sea el momento de hacerlo, sin perder el equilibrio personal. Reforzando la autoestima podrán salir de su zona de confort y experimentar nuevas vivencias.
  3. Aprender técnicas para saber parar la corriente de pensamientos cíclicos.

La conclusión de todo lo anterior es que una persona altamente sensible puede vivir más intensamente las cosas buenas de la vida pero deberá aprender Inteligencia Emocional, reforzar su Autoestima y poner límites a los demás para conseguir tener unas relaciones duraderas y sanas.